Muchas cosas han pasado desde mi última entrada. Título de entrenador, fin de ciclo del Barça, destitución de Pellegrini y Valverde, fichaje de Robinho, Luis Suárez....
Todo mentira,excepto lo de mi título de entrenador que me ha tenido demasiado ocupado para atenderos. Lo único cierto de este último mes ha sido la destitución de Abel y el "Haloween adelantado" del martes en Alcorcón.
Por partes; Un Atleti con peores números que el del descenso y con pie y medio fuera de la champions se carga al entrenador que les llevó a esa competición el año pasado. En un partido, que además han perdido, ya se nota el trabajo de Quique. Hasta el descanso, el equipo era el mismo de Abel: incapaces de dar dos pases seguidos, defendiendo prácticamente en su área, Kun y Forlán irreconocibles...
Las segundas partes nunca fueron buenas, dicen, pues en la segunda parte del sábado el equipo tuvo la pelota, buscó a Kun y Forlán y prácticamente no se vió donde defendía porque no le crearon peligro. Tres balones al palo son bagaje suficiente para dejar trabajar a Quique pase lo que pase frente a Chelsea (mejor equipo de Europa actualmente) y Real Madrid en el derbi del sábado.
Ahora pasemos a los blancos. Alineación casi inmejorable, terreno de juego en perfectas condiciones, Florentino presente...Síntomas de que la copa no se quería y no se debía tirar, y, aunque no esté tirada, la impresión no fue la de un Madrid que tira la copa, la impresión fue la de un EQUIPO, el Alcorcón, en el cual todos y cada uno de sus jugadores hicieron el partido de su vida sin importarles el ácido láctico, calambres y demás síntomas de cansancio que les debieran de afectar tras un esfuerzo como el del martes. Jugaron al fútbol, pero fútbol del bonito. Tocar y tocar para abrir a banda (la izquierda, que con Drenthe era una autopista) para realizar centros precisos y rematar a la puerta de un Dudek que no pudo hacer nada en ninguno de sus goles. Si el balón entraba, a celebrar, si no entraba, a presionar a un Guti desquiciado o a , posteriormente, un Gago lento y cansino.
Enfado notable y entendible de la colonia blanca que quedó demostrado en el partido frente al Getafe hasta la injusta expulsión de Albiol.
Lo que es irónico es que la gran inversión de Florentino resuelva los momentos críticos con coraje y a la heroica, lo mismo que hacían la temporada pasada...pero con 300 millones de euros más en las arcas del club.
En definitiva, Real y Atleti, Atleti y Real, el sábado uno de los dos tendrá problemas (Si no los tienen ya el martes...) y el otro saldrá reforzado hacia un invierno que se presagia largo y duro.